El FMI se pronuncia sobre presiones de Trump contra miembos reservas federal
Washington--------El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha pronunciado sobre las presiones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está ejerciendo en algunos miembros de la Reserva Federal (FED) para que emprendan una rebaja más agresiva de los tipos de interés.
Salvaguardar
la independencia del banco central es esencial para la estabilidad
macrofinanciera. Una vez que la credibilidad se erosiona, restablecer las
expectativas suele requerir un período prolongado de política monetaria
restrictiva y tasas de interés elevadas, lo cual es más costoso que prevenir la
pérdida de credibilidad desde el principio”, destaca el informe sobre las
Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, en sus siglas en inglés) publicado este
martes en el marco de la Asamblea anual del FMI y el Banco Mundial.
Trump
está intentando controlar la junta de gobernadores de la FED para rebajar los
tipos de interés más rápido. Busca espolear una economía que empieza a mostrar
síntomas de ralentización.
El
republicano ha insultado en repetidas ocasiones a Jerome Powell, el presidente
de la institución que actúa como banco central de Estados Unidos,
presionándolo, sin éxito, para que dimita. Y ha dictado una orden de despido
sin firmar contra Lisa Cook, uno de los siete miembros de la junta de
gobernadores de la FED.
La
ha acusado sin pruebas de fraude financiero porque supuestamente pidió una
hipoteca en condiciones ventajosas, aduciendo que era para primera vivienda.
Ella ha negado insistentemente las irregularidades y ningún tribunal ha
investigado el caso.
Las estrictas normas de la institución han
protegido, de momento, a la FED de las intromisiones de Trump. Pero el hombre
que hizo su fortuna con la especulación inmobiliaria ha llevado el caso a los
tribunales para tratar de conseguir una mayoría en el órgano que decide sobre
el precio del dinero.
Cook
también ha llevado el despido injustificado a los tribunales, que le han dado
la razón. Pero el Ejecutivo de Trump ha reaccionado elevando el caso al
Tribunal Supremo, que ha aplazado las deliberaciones varias semanas.
Cook,
además, cuenta con el apoyo de todos los expresidentes de la Reserva Federal y
varios cientos de economistas de primer nivel, que han elevado a los tribunales
un prolijo dosier con estudios que evidencian los riesgos para la economía de
las interferencias en el banco central.
En
medio de esta esperpéntica situación, el FMI recuerda que “los riesgos se
amplifican cuando surgen presiones de dominio fiscal, cuando las elevadas
necesidades de financiación pública interfieren con las decisiones monetarias”.
Y
prosigue: “Intentar influir en el banco central para que mantenga bajas las
tasas de política monetaria o tolerar una inflación sorpresiva puede parecer
una forma de aliviar la aritmética fiscal de corto plazo, pero al final resulta
contraproducente”.
Los
economistas del Fondo no mencionan expresamente el caso de la FED en el Informe
de Perspectivas Globales, pero la redacción del informe encaja a la perfección
con la situación del banco central estadounidense.
El
Fondo ha constatado 134 salidas de gobernadores de bancos centrales por motivos
políticos desde el año 2000 y concluye que dicha interferencia “flexibiliza la
política, debilita las monedas y eleva la inflación y las expectativas de
inflación, con algunas ganancias de actividad a mediano plazo que se producen a
expensas de desviaciones significativas de la estabilidad de precios”.
“En
términos más generales”, prosigue la institución con sede en Washington, “el
desempeño macroeconómico se basa en la calidad e independencia de las
instituciones en todo el ecosistema de políticas: marcos fiscales, supervisión
financiera, regímenes de competencia e insolvencia, poder judicial y,
fundamentalmente, sistemas estadísticos nacionales”.
El
Fondo deja caer otro tirón de orejas al presidente republicano por despedir al
funcionario responsable de las estadísticas laborales.
“Los
datos de alta calidad, oportunos y profesionalmente independientes son un bien
público: reducen la incertidumbre y mejoran la planificación del sector privado
y el diseño de políticas”, remarca el FMI.
“Por
el contrario, una gobernanza deficiente de los datos (brechas de cobertura,
metodologías opacas, publicación poco frecuente o revisiones con influencia
política) socava la rendición de cuentas y reduce la eficacia de las
políticas”.
Los
datos laborales son esenciales para el juicio de la Reserva Federal sobre la
pertinencia de mover los tipos. Trump despidió a principios del pasado agosto a
Erika McEntarfer, jefa la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), poco después
de que se publicaran unos datos de empleo más débiles de lo esperado. El
inquilino del Despacho Oval publicó entonces en su red social, Truth, que las
estadísticas habían sido manipuladas para hacerle quedar mal.
El
Fondo recuerda que “las mejores prácticas combinan salvaguardas legales y
operativas para los bancos centrales con sólidas instituciones de apoyo.
Los
elementos clave, respaldados por la Constitución, los estatutos y la
jurisprudencia, incluyen la autonomía presupuestaria, la capacidad de
establecer la política monetaria sin interferencias y la prohibición de
préstamos directos a corto y largo plazo al gobierno”

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