Venezuela cuestiona credibilidad de Alto Comisionado de Derechos Humanos de ONU
Caracas, 17 dic (Prensa Latina) El canciller Yván Gil cuestionó la falta de credibilidad del supuesto informe presentado la víspera por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, sobre Venezuela, trascendió hoy aquí.
A través de su cuenta en
Telegram, el alto diplomático afirmó que hay un “preocupante distanciamiento
del sistema de la ONU respecto a la auténtica defensa de los derechos humanos”.
Indicó que esta se alinea más
con los intereses de potencias que condicionan su financiamiento a cambio de
favores políticos, que ponen en riesgo los principios fundamentales
establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
Gil expresó que es un deber
moral rechazar de manera contundente la actuación del Alto Comisionado, quien,
mientras ignora el asalto por parte de Estados Unidos a un buque con petróleo
venezolano, “elabora un informe repleto de falacias que se suma a los ataques
contra nuestro país”.
Denunció que esta situación no
solo socava la credibilidad de la ONU, sino que también pone en tela de juicio
su compromiso con la justicia y la equidad en el ámbito internacional.
Al intervenir ayer en el foro
de Ginebra, Suiza, el representante permanente de Venezuela ante ese órgano,
Alexander Yánez, expuso al Alto Comisionado que la “clave fundamental para
defensa de los Derechos Humanos es la credibilidad”.
Manifestó que lo presentado en
la reunión ayer “niega en amplio sentido la idea de independencia y objetividad
que todo funcionario que aspira a defender la causa de los Derechos Humanos
debe tener”.
Al respecto, comentó que el
informe está fundado en “fuentes sesgadas parcializadas o inventadas”, y exige
un categórico rechazó, al evidenciar, a lo menos, “un grave problema de
supervisión y contrastación, o a lo más, un alineamiento con una potencia que
condicionan financiamiento por favores”.
El diplomático bolivariano
señaló que, desde hace varios años, Venezuela viene denunciando que la
resolución impuesta por un fracasado grupo de países contra el pueblo “obedecía
a la llamada política de máxima presión aplicada por Estados Unidos para forzar
un cambio de régimen político” en Carcas.
Al referirse a la escala
militar estadounidense en el Caribe desde agosto último, subrayó que “es prueba
irrefutable de esa política”.
La nefasta política de máxima
presión -afirmó- implicó el despliegue de campañas mediáticas y diplomáticas
para confabular dos propósitos contra el gobierno revolucionario de Venezuela:
la desestabilización interna y el aislamiento internacional, y consideró que
“fracasaron”.
Yánez indicó que Estados
Unidos y Europa intervinieron en la República Bolivariana con financiamiento,
con sus Organizaciones No Gubernamentales, operaciones encubiertas, sabotajes
al sistema eléctrico y electoral, con terrorismo contra la industria petrolera
e intento de magnicidio.
Estimó que algunos países del
Consejo de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado fueron
“utilizados como caja de resonancia para esa operación de cambio de régimen”.

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