EL LAVADO DE ACTIVO EN LA RD.-








por ANA  JOSEFA  GIL  MATEO

SAN JUAN DE LA MAGUANA…..Existe un terrible problema social en la República Dominicana.  La noticia de inicio de semana nos sorprende con la pérdida de una vida, se trata de  una niña de nueve años que fue ultimada en medio de una balacera a causa de enfrentamientos entre narcos.
Nuestra capacidad de asombro va disminuyendo pues la corrupción administrativa del gobierno central, la inseguridad ciudadana y el surgimiento  de nuevos negocios y prósperos comerciantes cuyo capital es de procedencia dudosa ya parecen ser el pan de cada día.   
Los titulares en los medios de información que se refieren a estos problemas sociales que destacan cada día tienen un factor común: ¡Actividades ilícitas!.   Ya nos vamos acostumbrando los(as) dominicanos (as) a ver con normalidad la pérdida de valores, la falta de ética y moral en el accionar de muchos involucrados en actividades ilícitas como lo es el lavado de dinero sucio o lavado de activos.
Y aunque ya no sorprende, sabemos que hay algo que anda mal: ¡El origen de esos dineros!. Provienen casi siempre de las ganancias derivadas de negocios ilícitos cuyo punto de partida es la venta de drogas o sustancias prohibidas.
Ciertamente cabe preguntar ¿Por qué las autoridades no eficientizan sus acciones en contra del lavado de activos y actos de corrupción de cualquier índole? También es válido preguntar ¿Cuántas personas han sido o están siendo procesadas por actividades ilícitas en la República Dominicana?,  ¿Acaso basta con destacar la procedencia del dinero con que fueron pagadas las cirugías de embellecimiento a algunas mujeres dominicanas?, ¿Están todos los que son o son todos los que estaban involucrados con el capo boricua   Figueroa Agosto?, ¿Por qué la prensa no tiene acceso a las declaraciones de determinadas personas en el juicio de las acusadas, mejor dicho de las actrices que vemos con normalidad ocupando primera plana en los diarios nacionales?.
No podemos olvidar que el lavado de activos o lavado de dinero sucio, por proceder de negocios sucios como el negocio de la droga, el crimen organizado, la malversación de los fondos públicos etc., son actividades realizadas por testaferros que colaboran con los delincuentes y los narcotraficantes para borrar el rastro de su procedencia ilícita, introduciéndolos en el mercado de capitales.
Entran al sistema productivo nacional a través de la corrupción administrativa y del sector privado donde personas sin escrúpulos dan apariencia de legalidad a esos recursos para luego hacerlos retornar a manos de su dueño original, permitiendo así que estos delincuentes disfruten de sus ganancias obtenidas en los referidos negocios ilícitos. 
Hemos visto en el curso de un proceso contra lavados de activos como salen a destacar la forma irregular de contratar personas, aún sin  licitación pública y carente de una compañía, siéndole  adjudicadas obras y/o la compra de bienes destinados al sector gubernamental.  Al mismo tiempo esa persona que ha sido beneficiaria de la contrata emite cheques a favor de personas vinculadas o allegadas al capo boricua Figueroa Agosto que como el hombre invisible vivió y burló a las autoridades dominicanas.
Nos da la impresión que las autoridades dominicanas tienen problemas en la vista, pues no alcanzan a ver lo que hasta un ciego seria capaz, aunque vale recordar el dicho popular que reza: “No hay peor ciego que aquel que no quiere ver”.
Y es que el pueblo humilde no puede darse el lujo de “ocultar el sol con un dedo” pues las actividades ilícitas que se derivan del narcotráfico y de la corrupción administrativa incrementa escandalosamente la inseguridad ciudadana y la desigualdad social.
El lavado de activos trae consigo la corrupción en las instituciones públicas y privadas, trae violencia pues impera la necesidad de mantener a toda costa el estatus adquirido con tanta facilidad. 
La competencia desleal que se deriva de los negocios establecidos con estos dineros lavados obliga a la eliminación de empresas de actividades licitas y aunque su desaparición implica una reducción en los ingresos fiscales y aumento del desempleo, las autoridades se mantienen al margen de esta problemática que además pone en riesgo el sistema democrático nacional.
Los dineros sucios obtenidos en negocios ilícitos son integrados en cualquier sector de la economía nacional; lo hemos visto, según los diarios de información nacional, en  fincas ganaderas y otras actividades vinculadas a la agropecuaria, a las inmobiliarias, a las casas de cambio, venta de electrodomésticos, etc.
Cual si fuera un cuento de hadas, de la noche a la mañana surge un próspero empresario en estos menesteres que compite de manera desleal con sus iguales de la misma rama comercial haciendo los lavadores de dineros sucios desaparecer a los comerciantes que desde antaño se han dedicado a tales actividades comerciales con honestidad y cumplimiento al fisco.
Y mientras los índices económicos del país marchan a las mil maravillas,  el dominicano (a) común empobrece a pesar de ver que en nuestras narices surgen tantos millonarios en un abrir y cerrar de ojos pues el lavador de activos necesita poner en practica el pitufeo, lo cual le motiva a tocar con el oro corruptor a cualquier inmoral dispuesto a dejar a un lado la mala calidad de vida dominicana, y los utilizan para poder introducir al sistema financiero sumas inferiores a diez mil dólares por cada dia laborable y evitar así ser objeto de investigación y control por parte del Comité Nacional Contra el Lavado de Activos y la Unidad de Análisis Financiero.
Vulnerar  las aduanas dominicanas no ha sido difícil, especialmente en el norte del país donde han destacado empleados de esa institución  que además formaban parte de la actividad política clientelista pues son hijos o allegados  de conocidos políticos dominicanos; es decir, que en dominicana las leyes son violadas por quienes han de velar por el respeto de las mismas. 
Aunque en otras latitudes del mundo esto podría causar asombro, en el este de la isla de Santo Domingo es parte de la faena del día.  Estos “protegidos” han introducido electrodomésticos indebidamente vulnerando los controles aduanales, y parecería que nuestro pueblo ignora que con el dinero obtenido en el exterior de la venta de las drogas, resulta un mecanismo de lavado de ese sucio dinero retornarlo al país en mercancías tal cual los electrodomésticos que luego de ser vendidas por el testaferro les sean entregados los recursos ya con apariencia de legalidad al dueño del mismo, es decir a aquel traficante  de la droga que con audacia logró enviarla al exterior.
Pero no solamente se lavan así esos dineros sucios según lo ya expuesto en los párrafos anteriores, también mediante sociedades de papel, sociedades fachadas y las sociedades de pantalla; las cuales coadyuvan con sus acciones a dar apariencia de legalidad y ocultar el origen y destino de los bienes o beneficios obtenidos en el ejercicio de actividades ilícitas.
Por último, nos queda seguir “creyendo el cuento” de aquellos que  tuvieron tantas carencias dado su humilde origen, pero “el destino”  le ha otorgado la suerte del premio mayor y han pasado de la noche a la mañana  a ser millonarios, y aunque no pueden justificar la procedencia de su capital   gozan de los privilegios  de un sistema de instituciones débiles cuyas  autoridades en numerosas ocasiones se hacen ciegas, sordas y mudas; aún teniendo la calidad  de sujetos obligados por la ley 72-02 Contra El Lavado de Activos provenientes del Trafico Ilícito de Drogas y Sustancias Controladas y Otras Infracciones Graves no se dan por enteradas y prefieren o más bien les conviene ignorar que en Republica Dominicana se lava dinero sucio indistintamente sea  la estrella que brille o el jacho el que este encendido. 

la autora ANA  JOSEFA GIL MATEO es licenciada en Contabilidad y Auditoria

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