El PRD no es de Miguel

Escrito por: Juan TH (juanth04@hotmail.com) Miguel Vargas cree que el Partido Revolucionario Dominicano le pertenece, que lo compró en el mercado de las pulgas o en una compraventa de barrio pobre. No se da cuenta –pobre tonto- que el PRD nunca ha estado en venta aunque muchos hayan intentado venderlo para beneficio propio, a lo largo de su ya larga historia. Miguel Vargas cree que puede ir a la Junta Central Electoral y cambiar, de un plumazo, a los miembros de la Comisión Política y del Comité Ejecutivo Nacional, elegidos, igual que él en una convención. Cree –el muy pobre tonto- que puede cancelar a los empleados con 20 y hasta 30 años de servicio, impedir la entrada de dirigentes, ponerle candado en las puertas y militarizar la Casa Nacional del PRD como si fuera la Torre Caney donde dispone de 2, 400 metros cuadrados, incluyendo el helipuerto. No sabe –pobre hombre- que el PRD es la mayor escuela democrática del país. En su megalomanía destructiva Miguel Vargas maltrató a muchos dirigentes y militantes negándoles sus derechos, con imposiciones hasta brutales. Miguel, tan rico que no tiene más que dinero, como diría Joaquín Sabina, creyó que podía comprar al PRD. ¡Se equivocó medio a medio! Ahora cree –pobre tonto- que la continuidad del “Pacto de las Corbatas Azules” con Leonel Fernández le garantizará, de facto, el PRD. Cree que en los tribunales, aunque no tenga la razón, Leonel le dará el partido para que lo destruya. Por eso, cuando Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez lo visitaron en su torre Caney antes de la reunión de la Comisión Política, les dijo: “En los tribunales nos vemos”. Esa es su apuesta. Pobre tonto, no sabe que no hay tribunal en la tierra que le pueda quitar el PRD al pueblo. Milton Ray Guevara puede ser el presidente, no del Tribunal Constitucional, sino de todos los tribunales del mundo y no podrá arrebatarles el PRD a sus verdaderos dueños que son los más de dos millones de personas que votaron blanco en la casilla uno por su candidato Hipólito Mejía. El PRD no es de Miguel Vargas como tampoco lo es de Hipólito Mejía, ni de nadie en particular. El PRD es propiedad legítima del pueblo, su principal instrumento de lucha por la libertad y la justicia social. Echados del templo los traidores, entonces si podrá decirse que el PRD unido jamás será vencido.