Nuestro editorial: Es hora de considerar seriamente la carretera Cibao-Sur

El editorial de El Nuevo Diario de esta fecha afirma que “ha llegado la hora de considerar seriamente” la construcción de la carretera que comunicaría las regiones Cibao y Sur del país, anhelada y reclamada por diversos sectores de la nación, pero igualmente vista con reserva por algunos conservacionistas locales.

La nota de opinión, disponible al extremo izquierdo de este portal, proyecta que la referida vía tendrá una repercusión multiplicadora para la economía nacional al unir a estas dos importantes demarcaciones territoriales.

Destaca el hecho de que a pesar de estar situados de frente, el Cibao y el Sur no pueden verse las caras debido a que se encuentran aislados uno con respecto del otro.

El editorialista recuerda que la citada carretera, que tendría unos 80 kilómetros de longitud, es un viejo proyecto que ha quedado en la carpeta de muchos gobiernos.

Resalta que las observaciones de algunos conservacionistas de la naturaleza no tienen que impedir considerar la realización de esta vía de acceso.

Sin embargo, reconoce que todo lo que se dice sobre la proyectada obra son preocupaciones válidas, las que no pueden ser ignoradas al ser emprendida la misma.

“Para lo que sí deben servir (las observaciones) es para tomarlas en cuenta al momento de hacer los estudios de la trayectoria de esa vía y para verificar los posibles daños que pudiera causar”, sostiene.

Nuestro editorial señala que no hay nada a lo que no se le pueda dar respuesta adecuada en materia de ingeniería, sobre todo si se está seriamente preocupado por los recursos naturales.

Recuerda que muchas importantes obras tradicionalmente han tenido la oposición de quienes se asumen los más celosos guardianes de la naturaleza y del medio ambiente.

En ese sentido, recuerda el túnel que conecta con Puerto Plata, obra que fue resistida por muchos sectores nacionales, y hoy es una carretera fundamental del país.

Finalmente, destaca que la realización de la carretera Cibao-Sur cuenta con el apoyo, además, del presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas Maldonado, y del dirigente de esa misma organización Luis Abinader, a pesar de que ambos están enfrentados en el conflicto interno del PRD.