Muñequito de papel



Muñequito de papel

Por  ANULFO MATEO PÉREZ

Las críticas a Danilo Medina parecen converger en que mientras en su discurso de toma de posesión condena la corrupción, conforma su gabinete con funcionarios corruptos del gobierno que le precede.

De igual forma se critica que reintegre a otros que ya habían sido separados de sus puestos por presiones externas, luego de lavar activos y/o asociarse con perseguidos de la ‘justicia’ imperial.

Sus críticos parecen sorprendidos, pero olvidan que Medina es uno de los dos principales dirigentes de un partido que alcanzó el poder en 1996 mediante una alianza con Joaquín Balaguer.

La expresión de ese acuerdo fue el mal llamado Frente Patriótico, para que el sector oligárquico retuviera el poder y se impusieran los programas neoliberales diseñados por Estados Unidos.

Es un error analizar lo que haría Danilo, como si tratara de un asunto personal. Él hará una gestión supeditada a lo que dicten desde el Departamento de Estado y otros estamentos del imperio.

Algunas de sus promesas pueden ser cumplidas, porque la crisis ha tocado fondo y el descreimiento es tan grande que algunos cambios cosméticos tendrá que hacer para apuntalar su gobierno.

Otro error es subestimar su capacidad para maniobrar y zafarse de las ataduras que le impone hasta ahora Leonel Fernández, mediante los controles que éste tiene sobre otros poderes del Estado.

A Joaquín Balaguer se le acuñó el mote de “Muñequito de papel”, por ser presidente gomígrafo de Trujillo (1960-1962). A la caída de éste, fue al destierro y regresó para gobernar durante 22 años.

Ahora Danilo es el presidente y todo el poder de Estados Unidos estará de su lado si continúa a su servicio. Sus adversarios tendrán que disponer de ingenio y mucho esfuerzo para desplazar la dinastía que representa.

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