Enjuiciarán a coroneles por agresión a alemanes
https://www.elvalleinformativo.com/2013/08/enjuiciaran-coroneles-por-agresion.html
Santo Domingo……Dos
ciudadanos alemanes del residencial La Mulata III, de Sosúa, que se querellaron
contra dos coroneles y un teniente de la Policía Nacional, narraron ante la
procuradora fiscal de Puerto Plata, la forma violenta y brutal como los agentes
entraron a sus casas, dándole tres balazos en las piernas a su jardinero Rigaud
Petit-Frere, de nacionalidad haitiana, sin ninguna justificación, y golpeando
con los puños, palos, culatas de fusiles y patadas a Peter Brunk y Gunter Peter
Lauer, hasta romperle tres costillas a uno de ellos y causarles a ambos heridas
graves en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Las querellas formales
contra los coroneles Roberto Santos Salcedo y Raymundo de la Rosa Ogando, quienes dirigieron el allanamiento, y el
teniente Odenis Feliz Reyes, fueron interpuestas por los abogados José Carlos
González, Carlos Ciriaco y Florentino Polanco, representantes de las víctimas.
Peter Brunk narró que el
coronel De la Rosa Ogando, fuertemente armado con un contingente policial, sólo
porque le preguntó que si tenía orden judicial para allanar su residencia, le
respondió con una agresión a culatazos, puñetazos y patadas. “Me golpeó numerosas
veces con un trozo de madera y me puso las esposas con las manos delante para
seguir golpeándome, sin piedad y sin causa justificada”.
Agregó que le pisó la
cabeza con las botas, destruyó sus lentes recetados y siguió dándole golpes por
todas partes, aún amarrado y en el suelo; le desconectó una bomba de insulina
que tenía adherida a su cuerpo, cortándola con un objeto cortante para dañarla,
y fue conducido por otros policías a un centro médico de Cabarete, tirado en la
parte trasera de una camioneta como si fuera un perro.
Al ser examinado, los
médicos vieron que tenía tres costillas rotas, y el diagnóstico fue
“laparotomía exploratoria y debridamiento y rafia por perforación del colon,
sigmoides secundaria, trauma cerrado de abdomen, incapacidad médico legal,
curables en seis meses”.
En ambas piernas
Al jardinero Petit-Frere le
ordenaron colocarse las manos sobre la cabeza y le dieron tres balazos en las
piernas, uno en la derecha y dos en la izquierda, dejándolo inmovilizado. Lo
llevaron luego en una camioneta a un centro médico, casi desangrado, donde
permaneció dos días esposado a la cama, en calidad de detenido.
Mientras que a Gunter
Lauer, el coronel De la Rosa Ogando ordenó que fuera esposado, golpeándolo y
tirándolo al suelo con la misma violencia y brutalidad con que lo hizo con
Brunk. Atado con las manos en la espalda, el oficial descargó toda su furia
sobre él.
Tras un largo tiempo tirado
en el suelo y golpeado brutalmente, por intevención de la esposa, que le decía
que podía morirse, lo llevaron a un centro médico. De la casa de Gunter Lauer,
los agentes policiales se llevaron dos tarjetas de crédito y con ellas
realizaron varias compras en diferentes centros comerciales por un monto de
RD$43,313, cuyas facturas han sido incluidas en las querellas.
Las víctimas, que se
constituyeron en parte civil, hicieron su formal acusación sometiendo pruebas
de videos, certificados médicos y testimonios.
Dinero y joyas
El líder de la organización
Academy For Future Health, que tiene sede principal en Miami, Florida, Peter
Brunk, en los interrogarios realizados por el inspector general de la Policía,
general Frener Bello Arias, relató que fue sacado de la clínica por el capitán
Gerson Acosta Polanco, encargado de Investigaciones Criminales del municipio de
Sosúa, y que en el camino le preguntó que quién se había llevado 80 mil euros
que tenía en una caja fuerte para construir una escuela, que fue cargada por
dos policías y se la entregaron al coronel De la Rosa Ogando.
El extranjero agregó que el
capitán le contestó que no sabía del dinero ni de las cajas, y le entregó una
lista que había hecho de los efectos que alegadamente habían incautado en su
residencia y la de su hijo, Daniel
Brunk, que también fue golpeado y herido. La lista luego fue firmada por él
acompañado de su abogado José C. González del Rosario.
Según el alemán Ulrick
Muhel, quien reside en una de las casas del complejo, el grupo se presentó ante
el portero como policía, más de la mitad vestidos de civil y portando armas
largas. Lo desarmaron le quitaron el radio de comunicación, dos saltaron la
verja y abrieron los portones para que entraran los demás.
Se dirigireron a la casa de
Brunk y luego de golpear a éste y a Gunter Lauer sacaron dos cajas fuertes, y
otra de la casa de Solvey Isabella Ditrich
Bosen, cuyo esposo, Peter Ditrich, fue muerto por las tropas policiales.
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