La lenta muerte de los periódicos
https://www.elvalleinformativo.com/2013/12/la-lenta-muerte-de-los-periodicos.html
Por BORIS LEONARDO
CARO-Blog de Noticias
La crisis ha golpeado a
prestigiosos diarios como The New York Times (Reuters)
La lectura de diarios
parece una costumbre condenada a morir (Abby - Flickr)
El declive de la prensa
escrita en Estados Unidos podría concluir con la desaparición de los diarios
impresos en las próximas décadas. Aunque algunos medios han hallado
alternativas para superar la crisis, la mayor parte de los periódicos del país
todavía busca un modelo de negocio que garantice su continuidad.
La dependencia de los
ingresos por publicidad ha golpeado a muchos cotidianos que a finales del siglo
pasado flotaban sobre una nube de cientos de millones de dólares. Esa ilusión
se desvaneció con la retirada progresiva de anunciantes, cuya pérdida ha
representado 20.000 millones de dólares anuales menos desde 2006.
Dos de los grandes diarios
de tirada nacional, The New York Times y The Washington Post, han padecido este
descenso imparable del interés publicitario en sus ediciones impresas. En sus
informes sobre los resultados del primer semestre de 2013 ambos reportaron
caídas en los ingresos por anuncios. El periódico neoyorquino experimentó una
baja de 5,8 por ciento, mientras el Post recibió cuatro por ciento menos que en
2012.
No obstante, el Times mira
al futuro con cierta esperanza. Su edición en Internet ha comenzado a reportar
ganancias sostenidas. Pero la incursión online podría no ser la tabla salvadora
para todos, en medio de una profunda revolución en las comunicaciones. La
manera de producir, distribuir y consumir información ha cambiado radicalmente
en un tiempo demasiado corto.
El Post, a pesar de sus
esperanzadores resultados en línea, acaba de ser vendido a uno de los
fundadores de Amazon, Jeff Bezos, tras ocho décadas de reinado de la familia
Graham. Esta compra podría representar la penúltima estocada a la época dorada
de los diarios en papel.
La crisis ha golpeado a
prestigiosos diarios como The New York Times (Reuters)
¿Quién ha matado a la
prensa?
Los periódicos divisaron la
ola de Internet a inicios de los 90, sin embargo sus estrategias para adaptarse
a la nueva época resultaron dramáticamente ineficaces, asegura el experto Clay
Shirky. En un artículo publicado en 2009, este especialista en el impacto
social y económico de las nuevas tecnologías describió cómo los medios
tradicionales trataron de sostener a toda costa su anacrónico modelo de
negocio, en vez de evolucionar bajo las nuevas condiciones del mercado de la
información.
“Con la vieja lógica
económica destruida, las organizaciones diseñadas para la producción industrial
tienen que ser reemplazadas por estructuras optimizadas para los datos
digitales”, afirmó Shirky. Los diarios se enfrentaron entonces a un enorme
cambio en su relación con el públic gracias a Internet el acceso a la
información, principal servicio de la prensa, ha dejado de ser un problema
porque la red desborda de noticias.
¿La debacle pudo haberse
evitado? Quizás sí, pero a juicio de varios veteranos de la prensa, reunidos en
julio pasado por la revista Fortune, la crisis era inevitable. La explosión de
Internet erosionó las bases de las empresas mediáticas a un ritmo tal que aún
los equipos más preparados para el cambio no pudieron reaccionar con suficiente
celeridad.
Las estrategias desplegadas
por algunos medios para rentabilizar su presencia online han tardado en generar
los dividendos necesarios, según un informe del Pew Research Center publicado
en marzo de 2012. A finales del año pasado por cada dólar ganado en Internet,
los periódicos perdían como promedio 16 dólares en sus negocios impresos.
Esta investigación apunta
también a otro factor en apariencia ajeno a las frías finanzas: la inercia
cultural de los ejecutivos, buena parte de los cuales aún carece de una idea
precisa sobre cómo conciliar las viejas rutinas profesionales y comerciales con
las nuevas tecnologías. Los pronósticos incluyen cierres de medios, el recorte
de las plantillas y la reducción de las tiradas, en otras palabras, más y más
crisis.
Por otra parte, los
cotidianos también han visto cómo fuentes de ingresos hasta ahora seguras se
han desvanecido. El ejemplo clásico ha sido Craigslist y en general las web
especializadas de clasificados, que han dejado casi sin clientes a los
departamentos de pequeños anuncios de muchos periódicos.
De acuerdo con cifras del
Pew Research Center, en cinco años han cerrado alrededor de 50 diarios en
Estados Unidos. De los restantes, unos 1.350, casi todos publican menos de
25.000 ejemplares. Solo 70 rebasan las 100.000 copias cada día.
Un problema global
El ocaso de la prensa
escrita se ha extendido progresivamente desde Estados Unidos a otras regiones
del planeta. En Europa, los periódicos del Reino Unido ha reportado las peores
caídas en ingresos, seguidos por Italia y Grecia, todos en torno a 20 por
ciento. Aunque en el Viejo Continente los medios impresos dependen en menor
medida de la publicidad y sus deudas no se comparan con las de sus pares
estadounidenses, la revolución tecnológica también ha removido los cimientos de
la industria.
Algo diferente ocurre en la
India y en países del África Subsahariana, donde el incremento de la
alfabetización y la incorporación de millones de personas al mercado de la
información han impulsado un auge fabuloso de los diarios en los últimos años.
Sin embargo, este esplendor
también tiene sus días contados. En Delhi como en Nueva York los jóvenes leen
cada vez menos cotidianos y revistas impresas, porque prefieren informarse en
sus ordenadores y teléfonos móviles. La diferencia entre generaciones se ha
hecho abismal en cuanto al consumo de la prensa.
Un sondeo del Pew Research
Center reveló en octubre pasado que la proporción de lectores regulares de
periódicos impresos en Estados Unidos cayó de 41 por ciento a apenas 23 por
ciento en la última década.
Periodismo, ¿víctima del
declive?
La crisis de los periódicos
ha repercutido en el periodismo. La contracción de las redacciones y el cierre
de diarios golpean a ese sector profesional, rodeado ahora por un enjambre de
productores de noticias libres de cualquier filiación con los medios
tradicionales.
Voces del sector han
alertado sobre las consecuencias de este declive sobre la calidad de los
materiales periodísticos, en particular aquellos que requieren una
infraestructura inexistente fuera de las redacciones convencionales.
“¿Quién será lo
suficientemente grande para defender los temas de verdad polémicos?”, se preguntó
Paul Sagan en el citado panel de Fortune. El reconocido experto norteamericano
en comunicaciones recordó el caso de los Papeles del Pentágono, que solo
salieron a la luz gracias al poder de The Washington Post y The New York Times.
La repuesta podría estar en
esta enigmática frase de Clay Shirky: “La sociedad no necesita periódicos. Lo
que necesitamos es periodismo.” El tránsito hacia un nuevo sistema donde la
necesaria existencia de los periodistas no dependa de la industria de la prensa
será, sin dudas, largo y convulso.
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