CAMINO HACIA LA RESTAURACIÓN
https://www.elvalleinformativo.com/2018/08/camino-hacia-la-restauracion.html
Por Roberto Rosado
Fernández, Educador
“Un país que desconozca el
expediente de su historia está destinado a vivir en la ignorancia y jamás
podría ser autocrítico y auto analista, además de que corre el riesgo de
repetir los errores que pusieron en riesgo la soberanía nacional”. (Juan
Gilberto Núñez).
En el año de 1809, luego de que, en la Junta de
Bandillo, un grupo de ciudadanos decidiera reincorporar la colonia, (entonces
de Francia, adquirida mediante el tratado de Basilea en el año 1795), a España
nuevamente, luego de haberlos derrotado en la batalla de Palo Hincado, y , al
mismo tiempo, haber seleccionado a Juan
Sánchez Ramírez como Gobernador de la Colonia, a cinco meses de su mandato,
José Núñez de Cáceres convocó a una de sus acostumbradas tertulias literarias y
,una vez reunidos, dijo lo siguiente. “Buenas noches amigos, esta noche no
venimos a hablar de literatura, esta noche venimos a hablar de independencia,
pues hace ya cinco meses que El Gobernador de la Colonia asumió el mando a
nombre de España y parece que tiene veinte años”.
Doce años después, el
olvido, la pronunciada crisis que generó el abandono a que España sometió esta
Colonia en el denominado Período de la España Boba. En la Declaratoria de
Independencia del “Pueblo Dominicano” en 1821, José Núñez de Cáceres sentó
bases escritas del nacionalismo que luego continuó Duarte y Los Trinitarios, y
posteriormente los Restauradores, cuando
dice, “No más dependencia, no más humillación, no más sometimiento al capricho
y veleidad del Gabinete de Madrid”. De todo nos ha despojado la España, pero
nos queda el honor y fortaleza de nuestros padres”. “ Santo Domingo, en medio
de su decadencia está subsistiendo de sus propios recursos y aún tendría mucho
más desahogo si hubiera fundado su sistema administrativo sobre los principios
de economía que le prescriben su extenuada población, su agricultura y
comercio, pero ha tenido que desentenderse de toda buena regla, para atender a
las cargas que le ha ido echando encima su ingrata y desconocida metrópoli, en
recompensa y para alivio de los males que nos aniegan desde el ruinoso golpe de
cesión”.
En cambio, en reclamo, oposición y lamento a
esta decisión, 40 años después, a 17
años de haberse proclamado la República, Pedro Santana, haciendo honor a su
convicción de que el País no podía subsistir sin el auxilio de una Nación
poderosa, en la Proclama a la Anexión a España, el 18 de marzo del año 1861,
entre otras cosas dijo.”Numerosas y espontaneas manifestaciones populares han
llegado a mis manos, y si ayer me habéis investido de facultades extraordinarias,
hoy vosotros mismos anheláis que sea una verdad lo que vuestra lealtad siempre
deseó.”
Señala más adelante, “Dominicanos, solo la ambición
y el resentimiento de un hombre nos separó de la madre patria, días después el
haitiano dominó nuestro territorio, de él lo arrojó nuestro valor, los años que
desde entonces han pasado muy elocuentes han sido para todos.”
Finalmente dice, “La España
nos protege, su pabellón nos cubre, sus armas impondrán a los extraños,
reconoce nuestras libertades y juntos defenderemos, formando un solo pueblo,
una sola familia, como siempre fuimos.”
Esta proclama de Santana
encontró la PROTESTA INMEDIATA DE SANCHEZ, desde Saint Thomas señalando, “Dominicanos. El Déspota Pedro
Santana, el enemigo de vuestras libertades, el plagiario de todos los tiranos,
el escándalo de la civilización, quiere eternizar su nombre y sellar para
siempre vuestro baldón, con un crimen casi nuevo en la historia. Este crimen es
LA MUERTE DE LA PATRIA. La República
está vendida al extranjero y el pabellón de la cruz, muy presto no tremolará más
nuestros alcázares.”
Llamó al pueblo a romper
las “cadenas del despotismo y de la esclavitud.” ”A las armas para salvar para
siempre la libertad y mostraos dignos de vuestra patria y del siglo de la
libertad”.
Llamó a “volver a la
bandera que ondeó la República el 27-2-1844”. Esta acción le costó la vida
junto a sus compañeros el 4- 7-1861 en San Juan de la Maguana, no sin antes, en
el juicio que lo condena, el día anterior a su asesinato, solicitar, en su defensa,
perdonar a sus compañeros, asumiendo él toda la responsabilidad. Hecho de mucho
patriotismo y de convencimiento pleno del papel que le tocó jugar en ese
momento de la historia de nuestro País.
Posteriormente (1863) un
grupo de patriotas, interpretando estas ideas, inicia el proceso restaurador.
El Manifiesto de la Restauración es un documento que arroja luz acerca de la
decisión de la pequeña burguesia liberal de devolver al país la condición de
República, perdida el 18-3-1861”…la anexión a la Corona no fue la obra de
nuestra espontanea voluntad, sino el querer fementido del General Santana y de
sus secuaces, quienes en la desesperación
de su indefectible caída del poder, tomaron el partido de entregar la República…”
y ,agrega, “La anexión de la República Dominicana a la Corona de España ha sido
la voluntad de un solo hombre que la ha domeñado, nuestros más sagrados
derechos, conquistados y vendidos, el gabinete de la Nación Española ha sido
engañado, y engañados también muchos de
los dominicanos de valía e influencia, con promesas que no han sido cumplidas,
con ofertas luego desmentidas.”
El documento en su Colofón
señala.” Si el gobierno de España es político, si consulta sus intereses y
también los nuestros, debe persuadirse de que un pueblo que por largo tiempo ha
gustado y gozado de libertad, no es posible sojuzgársele sin el exterminio del
último de sus hombres.”
Bajo estas ideas liberales
Polanco, Luperón, Pimentel, Monción, De Jesús García, Lucas Evangelista, Salcedo, Cabral, entre
otros, mostraron con guerrilla ,rural y urbana, con campesinos y hombres de
barrio, con militares e intelectuales convencidos de la necesidad de volver a
la condición de República, en Macabon, Carbonera, Guayubin, Santiago y Arroyo
Bermejo, que aquello que decían en su proclama no era una inventiva sino el
convencimiento de que no debían repetir escenarios en que para lograr propósitos tuvieron que
unirse con los conservadores. Esta vez
lo hicieron con la fuerza del pueblo, imbuidos por el nacionalismo prohijado por
los principios enarbolados por los Trinitarios, desde que inició la
construcción de su proyecto de País Libre e Independiente de toda Nación
extranjera en el compromiso de enfrentarla sin importar lo poderosa que ésta
sea.
“La Guerra de la
Restauración, que comenzó siendo una rebelión de campesinos, muy pronto se
convirtió en una guerra de razas, por el
temor de los dominicanos de color, que eran la mayoría, a ser convertidos
nuevamente en esclavos y de ahí pasó a ser una verdadera guerra popular que puso
en movimiento todas las energías de la Nación para lograr su independencia y
restauración de la soberanía” (Frank Moya Pons). Siguiendo a Juan Bosch.
“Siguió la tradición de los negros cimarrones de la Isla de Santo
Domingo.
Estrategias y tácticas de guerra de guerrilla permanente con acciones de líderes de grupos regionales,
ataques sorpresivos a las columnas Españolas, uniones de varios grupos
regionales cuando era necesario y disolución del grande para continuar con los pequeños grupos
locales.” (IBID)
Es la Restauración el
acontecimiento más importante del siglo xix y el que deja una impronta que ha
originado, en el devenir de nuestra
historia Republicana, que surjan héroes que salgan en defensa del País cada vez
que una amenaza se cierne sobre él poniendo en peligro su soberanía.
Es honesto y pertinente decir, Que viva la República
Dominicana, libre, soberana e independiente de toda nación extranjera.
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