Fusilan a Manolo Tavarez Justo y a compañeros
https://www.elvalleinformativo.com/2018/12/fusilan-manolo-tavarez-justo-y.html
Rafael Chaljub Mejía
asegura que Ramiro Matos mató a Manolo Tavarez y sus compañeros en Las
Manaclas, a pesar de haberse rendido.
Un día como hoy, 21 de diciembre
de 1963, hace 52 años, murió fusilado en Las Manaclas, San José de las Matas,
el abogado Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), líder del Movimiento 1J4.
Manolo le había mandado a decir al general Ramiro Matos González, con el
historiador y en aquel entonces guerrillero Emilio Cordero Michel, que él y
otros 14 insurrectos del Movimiento 14 de Junio que operaban en Las Manaclas
bajarían de las montañas con bandera blanca en señal de paz, a fin de negociar
la rendición, pero éste optó por fusilarlo.
La versión es de Rafael
Chaljub Mejía, quien con 21 años acompañó a Tavárez Justo en la insurrección, y
quien cree que ese hecho merece ser investigado y llevar ante los tribunales a
quienes mataron al líder del 1J4 y sus compañeros que habían depuesto las
armas.
La insurrección
“Óiganlo, señores de la
reacción, si imposibilitan la lucha pacífica del pueblo, el 14 de Junio sabe
muy bien dónde están las escarpadas montañas de Quisqueya; y a ellas, a ellas
iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los Héroes de Junio de
1959, y en ellas mantendremos encendida la antorcha de la libertad, el espíritu
de la revolución….porque no nos quedará, entonces, otra alternativa, que la de
libertad o muerte”.
Con esas palabras, Tavárez
Justo advertía al gobierno del Triunvirato que la lucha armada era la vía que
dejaban a las fuerzas democráticas que reclamaban la vuelta a la
constitucionalidad, quebrada con el golpe de Estado al profesor Juan Bosch el
25 de septiembre de 1963.
El Movimiento 14 de Junio
(1J4) representaba en ese momento la más genuina fuerza política del país y
luchaba contra los remanentes de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo que
habían promovido el golpe de Estado a Bosch y que ostentaban el poder en un
triunvirato compuesto por Emilio de los Santos, Enrique Tavárez Espaillat y
Ramón Tapia Espinal.
La noche 28 de noviembre el
1J4 dio inicio a una insurrección, con seis frentes guerrilleros. En el más
importante, ubicado en Las Manaclas, estaba Manolo Tavárez Justo. Los demás
estaban en El Seibo, San Francisco de Macorís, Altamira, Bonao-San José de Ocoa
y Sierra de Bahoruco.
A los pocos días los
frentes guerrilleros fueron diezmados y en el encabezado por Tavárez Justo se
dieron situaciones de indecisión, ya que algunos de los combatientes plantearon
deponer las armas y acogerse a las promesas del integrante del triunvirato
Tavárez Espaillat, de que se les respetaría la vida, mientras otros prefirieron
morir en combate por desconfianza a dichas promesas.
Entre éstos se encontraban
José Crespo, José Daniel Ariza, Luis Peláez, Napoleón Méndez (Polón), y Rafael
Reyes (Pitifia).
Es cuando Manolo envió a
Emilio Cordero Michel frente a un grupo de hombres a informar al comando del
Ejército Nacional que bajarían de las montañas en son de paz y portando
banderas blancas.
Cuando el grupo se encontró
con las tropas del Ejército comandadas por Ramiro Matos, fueron barridos de
inmediato, cayendo muertos Leonte Antonio Schott Michel, Alfredo Peralta
Michel, y Juan Ramón Martínez (Monchi). Emilio Cordero Michel salvó la vida por
cosas del destino, y levemente herido fue llevado ante el comando de
operaciones, al frente del cual se encontraba el general Ramiro Matos González,
quien había acumulado experiencia en contrainsurgencia al enfrentar el desembarco
de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1949.
“Todos morirán”
De acuerdo con la versión
de Chaljub Mejía, un herido Cordero Michel le informó a Matos González de la
intención del líder del 1J4 de entregarse y que como señal bajarían portando
banderas blancas. “Aunque traigan banderas blancas de paz, todos morirán” fue
la respuesta de Matos. Pero a Manolo y el grupo se le hizo saber que el mando
militar acogería su rendición.
Al llegar al centro de
comando, los 15 guerrilleros fueron apresados. Conociendo ya la suerte que les
esperaba, Tavárez Justo asumió la total responsabilidad de la insurrección,
tratando de salvar la vida de los demás insurgentes, pero fue en vano.
Tavárez Justo trató de
salvar a los insurgentes
El fusilamiento de Manolo
Tavárez Justo y los otros 14 insurgentes que bajaron con él de las montañas es
descrito como un acto lleno de crueldad y de tortura.
A pesar de las
argumentaciones de Manolo, abogado conocedor de pactos como la Convención de
Ginebra, Jaime Socías, José Cabrera, Juan Martínez, Jesús Barreiro, José Daniel
Fernández, Rubén Díaz, Domingo Sánchez, Manuel de Js. Founder, Leonte Schott,
Fernando Martínez, Antonio Filión, Caonabo Abel, Manuel de los Santos, Alfredo
Peralta, Francisco Bueno, y Rubén Alfonso Marte Guazo fueron cayendo uno a uno
a los pies del líder. Finalmente, la fusilería segó la vida del político que
murió guerrillero.
Manolo
“Óiganlo, señores de la
reacción, el 14 de Junio sabe muy bien dónde están las escarpadas montañas de
Quisqueya".
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