Encuestas van y vienen rumbo a comicios presidenciales dominicanos

Por Edilberto F. Méndez Amador

Santo Domingo, 8 jun (Prensa Latina) Cuando Dominicana se encuentra hoy a menos de un mes de las elecciones, las encuestas van y vienen sin existir idea clara de quien llegará a ocupar la silla presidencial para el período 2020-2024.

La atención se centra en tres candidatos: el del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo; el del Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader y el de La Fuerza del Pueblo (FP), Leonel Fernández.

Los sondeos no paran de aportar resultados y de seguro así será hasta la fecha tope de presentarlos, es decir ocho días antes del 5 de julio fecha de los comicios, y aunque es importante observarlos, la verdadera encuesta será la del día del evento electoral.

Un vistazo a los estudios van dando como ganadores a Castillo y Abinader con preponderancia para el segundo, pero en las últimas semanas parece el representante del partido de gobierno repuntó y algunas encuestadoras dan empate técnico.

Sin embargo, todo parece indicar ninguno alcanzará más del 50 por ciento de los votos lo cual impedirá exista un ganador en la primera vuelta.

Por su parte, diferentes estudios de opinión ubican en tercer lugar al candidato de la FP quien gobernó el país en tres ocasiones y ahora se presentó con una nueva organización fundada luego de renunciar del PLD en octubre pasado.

El caso del exmandatario, aunque en tercera posición, es de vital importancia pues si como se avecina habrá segunda vuelta el 26 de julio, hacia donde se muevan sus votantes será definitorio.

Lo cierto es que son 61 firmas encuestadoras aportando datos prácticamente cada día, y eso hace los análisis se dificulten en la medida se acerca el momento de la verdad.

Asimismo, por diversas razones el panorama electoral del país está enrarecido y complejo, entre ellas se encuentra las afectaciones producto de la pandemia por la Covid-19.

Lo anterior, ha hecho hasta cambiar la metodología de las investigaciones sociales y la mayoría de las entrevistas son efectuadas por vías no presenciales debido al distanciamiento social para prevenir la expansión del coronavirus, cuestión que aunque no del todo, si disminuye la eficacia de los sondeos.

Politólogos dominicanos, sobre todo con los resultados de las encuestas del mes de mayo que fueron bastantes, comenzaron a dar vaticinios, sin embargo, en su inmensa mayoría abordan el tema de una segunda vuelta y algunas otras cuestiones sin entrar de frente al tema del ganador.

Claro está, las organizaciones políticas dan por seguro ganador a su candidato y algunos sondeos dan diferencias que solo complacen a los beneficiarios, guiarse por ellas llevan a perderse en el bosque.

En los días que faltan para el sufragio, los sondeos continuarán, tal vez se arrecien, pero sean muchos o pocos, se impone esperar al 5 de julio para saber, no hay bola de cristal la cual permita conocer los resultados ni acercarse a ellos en las condiciones actuales.

En pocas semanas cerca de ocho millones de dominicanos elegirán en 16 mil 506 colegios electorales al presidente, un vicepresidente, 32 senadores, 190 diputados y 20 diputados al Parlamento Centroamericano.

Importante tener en cuenta el voto de los que residen en el extranjero pues el padrón es de 595 mil 879 votantes, el 7,9 por ciento del general y aún en estos momentos la Junta Central Electoral trabaja en función de garantizar se pueda ejercer el sufragio en la mayor cantidad de países.

Son comicios que la Covid-19 obligó a aplazarlos pues su fecha programada era el 17 de mayo y también se han visto perjudicados por prohibiciones de eventos de campaña, publicidad y marchas, entre otros.

En las elecciones municipales llevadas a cabo en marzo, el PRM logró el 39,16 por ciento del voto popular, frente al 33,81 PLD, pero el momento es otro y la dispersión de en las municipales fue grande debido a las múltiples alianzas pero en la elección presidencial los partidos aliados llevan un mismo candidato.

El 5 de julio está cerca, tendremos por medio días de férrea batalla electoral y solo resta esperar, sin dejar de estar atento a las señales que indiquen hacia donde se encamina la contienda.