Más del 30% trabaja en agricultura, pesca y ganadería en ocho provincias

Santo Domingo, RD---En
ocho de las provincias de República Dominicana, más del 30% de su población se
dedica a actividades económicas como la agricultura, la pesca y la ganadería,
estas tres afectadas directamente con los fenómenos hidrometereológicos.
Recientemente, el país sufrió el paso de la tormenta tropical Laura.
Según actualizaciones del
2016 de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en Pedernales el 44.91% de
la población se dedica a estas actividades productivas, en San José de Ocoa es
de 42.18 y en Duarte de 37.31%.
En San Juan, el 34.14% de
la población se dedica a la pesca, la ganadería o la agricultura; en Bahoruco
es de 32.34%, en El Seibo es 32.3%, Monte Cristi presenta un 31.98% y Azua el
30.57%.
En las demás provincias
que se dedican a estos sectores, como Valverde, Independencia, Monte Plata,
Dajabón, Santiago Rodríguez y otras, el porcentaje de ocupados para estas
actividades va desde el 26.24% hasta el 20.13%.
Al respecto, la economista
Melissa Jiménez, considera que las autoridades deben prestar atención en la
población que se dedica a estas actividades porque cuando un fenómeno
atmosférico afecta el país, también se impacta negativamente el sustento de
estas familias.
La especialista que cuenta
con un máster en Análisis y Diseño Estadístico de Investigaciones, destaca que
con relación al crecimiento económico, además del COVID-19, los últimos eventos
atmosféricos, suponen una desaceleración.
Esto es, debido a que en
los últimos años, según reveló el Banco Mundial, las tormentas y las
inundaciones han tenido un mayor impacto humano y económico en República
Dominicana, con pérdidas de 0.83% del Producto Interno Bruto (PIB).
Jiménez, quien preparó un
informe los efectos económicos de las lluvias en República Dominicana, señala
que la escasez o exceso de lluvia se han constituido en la causa principal de
las mayores pérdidas económicas para el país. En ese orden, indica que las
inundaciones constituyen otra de las amenazas más comunes a la prevalencia de
la seguridad alimentaria en el país.
Según datos del Ministerio
de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), citados por la economista, de
las 464 inundaciones registradas en el periodo de 1966-2000, cerca del 50%
fueron producto de las lluvias, y sólo alrededor del 8,4% se debieron tormentas
tropicales, huracanes y tornados.
En el 2017, los huracanes
Irma y María, representaron la pérdida total de un 7.98% del gasto público
presupuestado para 2017, y el 1.5% del PIB del 2016.
“Las lluvias de noviembre
de 2016 y abril de 2017 provocaron pérdidas que ascienden a unos RD$41,135.06
millones (US$862.01 millones), equivalentes a un 6.59% del gasto público para
2017. Para el caso de Irma y María, debido a la proximidad de ambos huracanes,
es difícil separar el impacto particular que cada fenómeno tuvo en algunos
sectores”, manifiesta.
Jiménez cita que se estima
que las pérdidas directas provocadas por ambos huracanes equivalen a unos
RD$8,702.35 millones (US$182.36 millones), lo cual representa el 1.39% del
gasto público programado para 2017.
Estos fenómenos afectaron
la infraestructura pública, en particular acueductos, carreteras y puentes,
además de daños en la infraestructura privada y la producción agropecuaria,
principalmente de la región norte.
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