Mercenarios

Por: Columnista de Barrigaverde.net | 9:16 AM
No es válido encubrir: el
empleo de mercenarios por EE. UU. que de los ataques de la Contra a Nicaragua y
el escándalo Irán-Contra, pasó cruelmente por Kosovo, Afganistán, Irak, Libia,
Pakistán, Yemen, Colombia y Honduras; y recientemente Arabia Saudita contrató
1,500 mercenarios colombianos y mandó 500 a Yemen.
Esa vieja determinación
responde a lo que Jorge Beinstein definió como el propósito de EE.UU. de
“transformar el dispositivo militar del Imperio convirtiendo su maquinaria de
guerra tradicional en un sistema flexible, a medio camino entre las estructuras
formales regidas por la disciplina militar convencional y las informales,
agrupando una maraña de núcleos operativos oficiales y bandas de mercenarios”
(Comunismo o nada, Mutación del Sistema de Intervención Militar de los Estados
Unidos, pág. 48.- Editorial Trincheras, Caracas 2014).
La nueva doctrina militar
de EE.UU., redactada por William Lind y otros dos colegas del Pentágono, borra
la frontera entre lo civil y militar, y entre la política y la guerra; y define
ésta como “no centralizada”, insistiendo en el uso de fuerzas “no estatales”,
es decir “paramilitares”, lo que implica privatizar parte de la fuerzas
operativas. De ahí empresas contratistas, mercenarios contratados y Estados
exportadores.
Hace años mercenarios
colombianos han estado operando en Haití junto a la CÍA, Cascos Azules-ONU,
Policía y pandillas; una parte al servicio de sus gobiernos títeres y de
empresarios asociados a EEUU.
En ese contexto isleño,
bajo el mando de EE.UU., no sorprende que los jefes de la DNI, J2, PN, DNCD y
del Gobierno -asesorados y controlados por CIA, DEA, Mossad y FBI y
Departamento de Estado- se hagan los locos y no digan nada de las visitas y
pasos por aquí de militares y agentes haitianos, mercenarios colombianos y
estadounidenses. Haití, Colombia y EE. UU. “investigan” para encubrir. Aquí
sencillamente aceptan órdenes de fuera.
Llama la atención que
justamente cuando mataban a Jovenel en Haití, el buque de combate USS Billings
llegó al Puerto de Santo Domingo con el jefe Comando Sur y el jefe de IV Flota.
La Embajada de los Estados Unidos hizo el anuncio.
Vale entonces refrescar
aquel memorando -aprobado por el presidente Balaguer horas antes de la
intervención militar estadounidense de 1994- que autorizaba al Pentágono a usar
puertos, aeropuertos, y carreteras dominicanas para enviar tropas a Haití. Ese
memorando sigue vigente
Biden y Duque están
metidos hasta el tuétano en el caos haitiano. Biden apoyó a Jovenel, luego a
Claude Joseph y ahora a Ariel Henry, tanteando nuevas formas de intervención
cívico-militar a nombre de una «Comunidad Internacional» que EE. UU. todavía
dirige.
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