El sueño infeliz de Danilo Medina

Por LUIS ENCARNACION PIMENTEL
Fecha:
13/02/2022
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En su última
salida -no a la calle, sino a una reunión con beneficiarios de su régimen que
le siguen a ciegas- el expresidente Danilo Medina proyectó la imagen de un
sueño político que, sumado posibles ronquidos o pesadillas que le pudieron
haber acompañado, dista mucho de perfilar algo que a corto plazo pudiera
traducirse en palpable realidad electoral.
Con todo y el
dicho de que “en política no hay nada escrito” y de que “hay mucha gente que
olvida muy pronto”, la verdad es que hay manchas, faltas y fallas de políticos
y de gobernantes que no las borran ni el tiempo ni posibles o reales errores de
los sucesores en Palacio y en el mando.
Azuzar al
incauto y sufrido pueblo contra quien gobierne porque la inflación e incontrolados
factores externos hayan disparado los precios, no reivindica, para nada, a los
que fueron echados del poder por sus malas acciones, ni les exonera de culpas
de fechorías que el Ministerio Público le atribuye y quiere que paguen con
cárcel, por lo que mal pueden pretender ser opción en el 2024 o “despertar
esperanza” en alguien que se respete por todos estos tiempos (¿).
Se entiende
que, como políticos y como oposición al fin, Medina y compartes tienen que
defenderse, no echarse a morir y hasta contraatacar, pero hay algunas formas
que guardar y algunas delicadezas que obligan.
Por ejemplo,
al Medina decir que cuando la Junta llame a seleccionar precandidatos, “el que
surja, ese será nuestro candidato”, ¿quién en el PLD o fuera de éste le podrá creer
y tomarle la palabra esta vez, después de la jugada aquella de la campaña
interna, cuando invitó a varios de los que aspiraban a sucederle a que se
“lanzaran”, y en el camino le sacó de la manga a Gonzalo Castillo, despertando
la crítica amarga del finado Reinaldo Pared y de Amarante Baret?
Aspirar o
soñar no cuesta nada, pero buscar un candidato (a) en un PLD desacreditado y
muy cuestionado para competir con Leonel y con Abinader sería, además de otro
sueño tortuoso, exponerse a un papelazo en las urnas.
Pero, además,
por más cara que estén la gasolina, la comida y otras cosas que el gobierno no
produce, ¿qué duende o inanimado fue el que le dijo a Medina en su profundo
sueño que: “el pueblo quiere que vuelva a gobernar el PLD”, y que “las
condiciones están dadas” para que el partido morado que él lidera “vuelva al
poder en el 2024”? (¿).
Es muy
temprano para hablar de cosas salidas de sueños; para adelantar que habría
segunda vuelta electoral o de que hay condiciones dadas para algo; mucho menos
para que en el 24 vuelva el PLD, por su historia reciente y por los casos y las
cosas pendientes (¿).
çRespecto al
sueño de Danilo, José Gell escribe que este quiere ahora que el PLD vuelva al
poder, pero olvida que fue él quien creo todas las condiciones para que la
organización perdiera el poder en el 2020. «Es como si hubiera trabajado desde
el poder para que ganara la oposición”, escribe.
Y recuerda:
”Impuso unas primarias en el seno de su fracción que fue una vergüenza, toda
una demostración de que no tiene vocación democrática. además, le cerró el paso
a su antiguo compañero Leonel Fernández, quien le allanó el camino para que
ganara en el 2012 y maniobró para que se escogiera el peor candidato
presidencial que podía tener el PLD para enfrentar la candidatura pujante de
Luis Abinader.
Es decir, que
apostó a la división de su partido y a la peor candidatura, ante el hecho de
que no pudo repostularse. ¿Y en esta ocasión, Danilo se mantendría neutral en
la competencia interna de su partido, cuando son más quienes dudan que eso
ocurra?”.
Recordar no es
soñar, es refrescar hechos y realidades tristes, para que no se repitan.
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