Los resultados del ataque al Nord Stream los monitoreó un "oficial de inteligencia" de EEUU

Un avión de reconocimiento estadounidense P-8A Poseidón vigiló las consecuencias de la explosión en los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico en la madrugada del 26 de septiembre, según Flightradar24.
El archivo de vuelos de Flightradar24 no tiene datos
sobre el avión noruego que pudo haber lanzado la boya, ya que aparentemente
voló con el transpondedor apagado. Sin embargo, de acuerdo con el recurso, un
avión de reconocimiento estadounidense P-8A Poseidón llegó a la zona del
incidente exactamente una hora después de la explosión.
Según la fuente, el avión estadounidense voló desde el
Atlántico hasta la isla de Bornholm tras sobrevolar Dinamarca. A continuación,
el avión repostó sobre Polonia desde el avión de reabastecimiento KC-135R.
Tras el repostaje, el avión estadounidense regresó a
Bornholm y, sobre las 04:45 hora europea de verano (02:45 GMT), realizó un
círculo completo exactamente sobre la zona de la explosión y comenzó a
descender. Girando a la derecha y alejándose del lugar de los hechos, el avión
descendió gradualmente de una altitud de 7.300 metros a 2.200 metros y luego
desapareció del radar tras apagar el transpondedor.
Ígor Korótchenko, director del Centro de Análisis del
Comercio Mundial de Armas, declaró a Sputnik que la trayectoria de vuelo del
avión en Flightradar24 apoya la investigación del periodista ganador del premio
Pulitzer Seymour Hersh sobre el ataque a los gasoductos Nord Stream.
"Teniendo en cuenta que la ruta del P-8A Poseidón
estadounidense fue calculada con repostaje sobre Polonia y fue necesario
sincronizar todos estos momentos, podemos decir que su llegada a la hora dada
—inmediatamente después del atentado— indica el vuelo programado y, por lo
tanto, es otra confirmación de la versión expuesta por el periodista
estadounidense Hersh sobre las razones y circunstancias del atentado",
afirmó Korótchenko.
"Esto demuestra una vez más la implicación de las
agencias oficiales del Gobierno de EEUU en este sabotaje", destacó.
Añadió que el avión grabó la salida de gas de las
tuberías destruidas y vigiló la zona para detectar la posible presencia de
barcos y submarinos que, en teoría, podrían estar allí y ser testigos de lo
ocurrido.
El 8 de febrero Hersh escribió un artículo de
investigación en el que describía detalladamente cómo buzos de aguas profundas
estadounidenses colocaron explosivos bajo tres de los cuatro gasoductos Nord
Stream de Rusia. Hersh escribió, basándose en información privilegiada de
fuentes bien informadas, que Estados Unidos detonó los explosivos a distancia
el 26 de septiembre de 2022, por orden del presidente Joe Biden.
Hersh informó de que los explosivos fueron colocados
durante un ejercicio de la OTAN en el mar Báltico el verano de 2022 y citó una
fuente con conocimiento directo de la planificación operativa de EEUU diciendo
que Noruega desempeñó un papel clave en ayudar a los Estados Unidos a organizar
el ataque y mantener a las Armadas sueca y danesa en la oscuridad.
El pasado 26 de septiembre, la empresa Nord Stream 2 AG,
operadora del gasoducto homónimo ruso, informó de una fuga de gas provocada por
causas desconocidas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de
la isla danesa de Bornholm. Más tarde trascendió que las dos líneas del
gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó
las explosiones de ataques terroristas y el 30 de septiembre desveló la
posesión de evidencias que apuntaban a la implicación de determinados países
occidentales. La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo
internacional tras los daños a las dos tuberías en una zona del mar Báltico.
En noviembre, el Servicio de Seguridad de Suecia calificó
de sabotaje las explosiones de los gasoductos.
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