Las remesas familiares en la economía
Daris Javier Cuevas.
El envío de dinero por parte
de los migrantes a su país de origen es una práctica cotidiana a lo que se le
denomina remesas, lo que en principio se presume que la fuente de donde
provienen son los sueldos, ayudas y salarios que reciben los mismos en el país
que residen. Por tal razón, los envíos se producen como resultado de los
vínculos familiares, de compromiso y afectos entre los migrantes y los que
dejaron en su país de donde proceden.
El impacto de las remesas en
las economías de donde proceden los emigrantes es inocultable dado que esos
envíos se incorporan en las fases del consumo, ahorro y la inversión del país
receptor. En tal sentido, las remesas recibidas entran a la esfera de consumo
de manera directa, pero de manera indirecta, al aparato productivo y a la
actividad económica, lo que se traduce en un factor de dinamismo al ingresar a
las economías de los países receptores.
Lo más relevante de las
remesas radica en que las mismas están orientadas a los segmentos de pobrezas
más vulnerables de los países con mayores dificultades económicas. Esto
significa que las consecuencias de las remesas es que tienden a mitigar la
pobreza en un segmento poblacional muy importante en el conjunto de los hogares
receptores, que en principio suelen pertenecer a la línea de pobreza más
excluida de la generación y distribución de la riqueza.
Cabe resaltar que las
remesas se convierten en un atenuante al flagelo de las dificultades
prevalecientes en aquellas zonas y regiones donde no existen espacios para las
inversiones extranjeras, los capitales locales no se estimulan y el
asistencialismo oficial se hace indiferente, es decir, donde la esperanza y el
desarrollo se suprimen. Es así como las remesas, en tanto flujos financieros,
se convierten en un gesto de solidaridad familiar que favorece una vida digna
al contribuir con el sustento y bienestar de otras personas.
Desde una perspectiva de la
economía global, se puede interpretar que remesas y migración son una
combinación indisoluble que expresa como los trabajadores migrantes se
incorporan al mercado laboral del país que los recibe, generando un ingreso que
en una alta proporción significativa tiende a dinamizar la economía donde se
recibe, jugando un rol preponderante. Es en tal virtud que, en los países de
origen de los inmigrantes, las remesas inciden en generar oportunidades
emprendedoras en el ámbito de la MiPymes.
Es en tal contexto que los
gobiernos deben promover facilidades concretas a los migrantes con la finalidad
de que el costo de envío de remesas se reduzca, creando las condiciones para
que estos envíos tengan un tratamiento de bancarización, en consecuencia, se
tenga mayor acceso a los servicios bancarios sin obstáculos, así como ser
objeto de crédito para financiar vivienda e inversiones. Con estos incentivos
se lograría un mayor flujo de envío que tendría un impacto apreciable en el
mercado cambiario, mayores ahorros en moneda local y extranjera, así como una
mayor cartera de clientes.
En el caso de las remesas
dominicana, lo señalado toma mayor atención en el hecho de que ya se sabe que
estas componen la tercera fuente de generación de divisas, después de las
exportaciones y el turismo, relacionarla con el PIB, en las ultimas dos décadas.
No obstante, es importante resaltar que las magias que generan las remesas no
son fruto de la actividad económica local ni es parte de la competencia de un
banco central, sino que se generaron en otras economías derivado del exilio
económico.
Detrás del volumen de
remesas existe un ejercito humano que decidió migrar a otros países en busca de
una oportunidad que no encontró en su país de origen. En adición, el envío de
remesas y su crecimiento puede interpretarse que los migrantes estarían muy
preocupado por los familiares que dejaron y más bien se esfuerzan de mitigar
cualquier tipo de dificultades.
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