5 errores al lavarse la cara que envejecen tu piel
Lavarse la cara es un primer paso esencial en cualquier rutina integral para el cuidado de la piel. Aunque parezca un paso sencillo, hay ciertos errores de limpieza que pueden causar problemas en la piel, como enrojecimiento, sequedad, irritación e incluso promover la vejez.
Para mantener una apariencia
joven por muchos años, basta con cuidar la piel con trucos sencillos como lavar
la cara para eliminar impurezas de manera rutinaria y, no menos importante,
desmaquillarse todos los días.
Adicionalmente, existen
otros errores comunes a la hora de lavar el rostro, lo que puede ocasionar la
aparición de arrugas o manchas que pueden generar dudas e interrogantes sobre
qué estamos haciendo piel para mantenerla saludable.
La clave es cuidar tu piel
cada día, simplemente dedicándole algunos minutos por la mañana y por la
noche. A continuación te decimos 5 errores comunes a la hora de lavar la cara:
Omitir el proceso de
limpieza: Muchas personas le restan importancia al proceso de lavar la cara en
las noches y, por el contrario, se van directamente a la cama, porque en la
mañana siguiente es seguro que asearan su rostro y cuerpo. Sin embargo, los expertos
recomiendan lavar cada 10 horas el rostro, es decir, una vez por la mañana y
otra por la noche. Simplemente es necesario aplicar un jabón neutro y aclarar
con abundante agua.
No exfoliar el rostro: Si
bien el primer error es eliminar el maquillaje, no exfoliar la piel promueve la
acumulación de impurezas, toxinas y suciedad.
Entre las recomendaciones se
encuentra, usar un exfoliante dependiendo del tipo de piel, en caso de las
pieles sensibles es necesario aplicar uno que aporte suavidad e hidratación,
mientras que para las pieles grasas, se aconseja el uso de exfoliantes que
controlen el problema.
Lavar el rostro una vez al
día: Escatimar en la rutina de limpieza puede provocar la acumulación de
suciedad y grasa que obstruyen los poros.
Esto puede generar brotes,
exceso de brillo y una apariencia opaca en general. En el caso de las personas
con el rostro graso o que salieron de una actividad física, se recomienda lavar
nuevamente el rostro y eliminar los residuos.
Lavarse la cara con
demasiada frecuencia: Si sientes la piel reseca después de la limpieza, es
posible que te estés lavando la cara con demasiada frecuencia.
Esto aplica principalmente
para aquellos que tienen la piel seca o sensible, que es más propensa a la
pérdida de hidratación. Lavarse la cara en exceso puede eliminar aceites
esenciales de la piel y alterar su barrera protectora, lo que puede provocar síntomas
molestos como picazón y descamación.
Usar demasiados productos al
mismo tiempo: Con el paso del tiempo las rutinas de belleza son cada vez
mayores y con una gran cantidad de productos que recomiendan usar. No obstante,
esto puede generar irritación de la piel, así que es necesario consultar con un
dermatólogo y así conocer una opinión profesional sobre cuáles productos son
los que mejor se adaptan a las necesidades individuales.
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