Juicio en Brasil contra Jair Bolsonaro y otros 7 acusados de intento golpista en fase decisiva
Brasilia, 11 ago (Prensa Latina)----- El juicio contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y otros siete acusados por intento de golpe de Estado, tras las elecciones generales de 2022, entra desde hoy en fase decisiva.
Las defensas tienen plazo
hasta el miércoles para entregar sus alegatos finales ante el Supremo Tribunal
Federal (STF). Se acusa al grupo de abolir violentamente el orden democrático
en el gigante sudamericano luego de Bolsonaro ser derrotado en urnas ante el
actual gobernante Luiz Inácio Lula da Silva.
Entre los imputados hay
exministros, militares y exjefes de seguridad del Gobierno anterior
(2019-2022), todos alineados con el exmandatario ultraderechista.
La fiscalía general ya
presentó su solicitud formal de condena para los ocho principales implicados. El
juez Alexandre de Moraes, del STF, podrá emitir su voto tras recibir todas las
defensas pendientes.
La decisión final se espera
en septiembre, cuando el STF podría condenar o absolver a los involucrados. Mauro
Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro, afirmó que solo cumplía órdenes
superiores sin intención golpista alguna.
El juicio forma parte de una
amplia investigación sobre los actos antidemocráticos del 8 de enero de 2023.
Aunque por su historia,
Brasil nunca figuró como blanco específico de la acción de grupos terroristas,
la polarización y el discurso de odio visceral que emanó del poder desde 2019
condujo recientemente a episodios de este tipo.
Partidarios radicales de
Bolsonaro disfrutaban de la instalación de campamentos, bajo patente de
protestas pacíficas y libre expresión, en ciudades y en especial en Brasilia,
contra el resultado de los comicios y la asunción al poder por tercera vez de Lula.
Sin embargo, ese 8 de enero
cayó la máscara, la orden fue dada y casi siete mil extremistas bolsonaristas
(adeptos del exmilitar y apropiados del color amarillo de la bandera)
invadieron y depredaron las sedes del Congreso Nacional, el Supremo y el Palacio
del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en esta capital.
El resultado del sonado
juicio podría marcar un precedente para la protección del orden constitucional
en Brasil. La corte superior reafirmó que los derechos procesales están
plenamente garantizados a todas las partes.
También reiteró su
compromiso con el combate a acciones antidemocráticas y la defensa del Estado
de Derecho.El caso sigue siendo uno de los más complejos y sensibles en la
historia judicial reciente del país.
Su desenlace será crucial
para el equilibrio entre instituciones y la confianza pública en la democracia.
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