PLD y FP: contrincantes para su perjuicio
Rosario Espinal
En las elecciones de 2024, muchos aspirantes del PLD y la FP a posiciones legislativas y municipales querían una alianza entre ambos partidos.
Su deseo era entendible:
unidos obtendrían más votos que si cada partido concurría con candidatura
propia. De tanto pujar, lograron una alianza parcial (la alianza “rara”, según
Danilo Medina).
Como dije en aquel entonces,
el asunto era más complejo que una alianza porque el PLD y la FP son
contrincantes, aunque compartan una historia política.
La ruptura de octubre 2019
los enfrentó y desde entonces su juego político es de suma cero: lo que gana
uno lo pierde el otro.
Conocemos los resultados de
2024: el PLD y la FP perdieron la mayoría de las posiciones legislativas y
municipales, fueran o no en alianza. Y apostar a una segunda vuelta en el nivel
presidencial fue una quimera por razones que expliqué en su momento.
De la alianza PLD-FP, el
principal beneficiario fue la FP. Félix Bautista reafirmó su poder en San Juan
de la Maguana y, con votantes también del PRM, Omar Fernández ganó la senaduría
del Distrito Nacional. Ambos son figuras sólidas de la FP, a diferencia de
funcionarios electos en posiciones menores que se pasan con facilidad de un
partido a otro.
Leonel Fernández, presidente
del país en tres ocasiones, estuvo siempre posicionado para obtener el segundo
lugar en el 2024 y terminó arrastrando más votos de la base peledeísta que Abel
Martínez. Pero la sumatoria entre ambos de 39.2% (28.9% Leonel y 10.3% Abel)
fue muy distante del porcentaje que necesitaban para forzar una segunda vuelta.
Hacia futuro, las piedras en
el camino para el PLD son inmensas. Una de las principales es que muchos
dirigentes peledeístas, acostumbrados a los beneficios del poder, estarán
siempre husmeando a ver dónde encuentran un terreno más fértil para acortar el
regreso al poder. La semana pasada salió otro grupito. Eso dificulta la
cohesión partidaria.
Además, el PLD necesitará
tiempo para reposicionarse y encontrar una figura presidenciable potente que lo
ayude a salir del hoyo en que se encuentra (si es que sale, ni el PRSC ni el
PRD salieron).
Esa tarea se complica con un
Leonel Fernández que necesita atraer con rapidez dirigentes y votantes del PLD
(va contra el reloj biológico), ya que, el crecimiento de la FP está
íntimamente ligado al declive del PLD. Tienen una base electoral común, dividida,
y no están actualmente en una etapa de crecimiento externo porque la principal
maquinaria electoral que controla el Estado dominicano es el PRM.
A diferencia de la división
del PRD que generó rápidamente su alternativa (el PRM), la lucha entre el PLD y
la FP es de más largo alcance, para perjuicio de ambos.
Hasta ahora, el PLD ha
logrado mantener la mayor parte de su alta dirigencia. Retenerlos será un mayor
reto si no surge una figura presidenciable que ilusione y aglutine al partido y
al peledeísmo.
La FP tiene a Leonel
Fernández, aspirante eterno, y eventualmente a su hijo, el heredero. El PLD,
por el contrario, tiene que forjar nuevos liderazgos.
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