Que son los traumas
Se denomina trauma psíquico o trauma psicológico tanto a un evento que amenaza profundamente el bienestar o la vida de un individuo, como a la consecuencia de ese evento en la estructura mental o vida emocional del mismo.
Se diferencia del trauma físico (que en griego
significa literalmente "herida"), como en la traumatología, que es la
ciencia que estudia las lesiones y enfermedades del sistema
músculo-esquelético.
En términos de la psiquiatría es definido como
exposición personal a un suceso que implica una fuerte amenaza (real o
percibida), muerte o grave daño a la integridad física personal o hacia otra
persona cercana. La reacción emocional durante el evento es de terror u horror,
indefensión e impotencia.
En niños, los criterios del TEPT (Trastorno por estrés
postraumático) raramente se cumplen, especialmente en niñas, niños y
adolescentes víctimas de sucesos traumáticos como abandono, violencia o
negligencia, por lo cual para su mejor tratamiento se creó un nuevo criterio
diagnóstico el Trastorno traumático del desarrollo.
El concepto fue introducido al estudio de la
psicopatología por los primeros investigadores en el área. Por ejemplo: Emil
Kraepelin desde un punto de vista psiquiátrico utiliza el término casi
totalmente en el sentido de la medicina física,
pero el daño afectaría al sistema nervioso, impidiendo su funcionamiento
normal.
Pierre Janet,
desde un punto de vista psicológico,
extiende el concepto a incluir resultados no físicos: para él, el daño o lesión es "funcional", es decir, afecta a
complejos o grupos de comportamientos, sucesos fisiológicos (tales como la
digestión, etc); sensaciones; emociones e incluso ideas.[3]
El primero en empezar a extender el concepto de
incluir en la génesis de un trauma los aspectos emocionales, fue Charcot, quien
sugiere: "Es siempre necesario, al lado del "traumatismo" (por
lo que se refiere al suceso traumático), considerar el factor que, muy
probablemente, ha jugado un papel más importante en la génesis de los
accidentes, (quiere decir los síntomas subsecuentes a la ocurrencia) que la
herida misma. Me refiero al terror experimentado por el paciente en el momento
del accidente.[4]
Charcot también introdujo un concepto que después
tendría una asociación profunda con el de trauma, el de "condition
seconde": un estado que parece afectar las acciones de los individuos sin
que estos se den cuenta o, a lo más, débilmente. Más tarde esta "condition
seconde" llegó a ser llamada el "inconsciente".
Uniendo esos conceptos, Charcot postula el siguiente
escenario en la génesis de la histeria: hay un incidente, que da origen a ideas
y emociones (por ejemplo, la realización de que uno casi murió a consecuencia
de un accidente y el horror sentido en consecuencia).
Lo anterior es seguido, en su opinión, por un periodo
de elaboración y un "momento hipnótico" (pérdida de consciencia), que
lleva a la producción de síntomas.
Josef Breuer da el siguiente paso en el desarrollo del
concepto de trauma. Él nota en el famoso caso de "Anna O", que
revivir el incidente traumático parece aliviar los síntomas.
"Habría sido capaz de sospechar que este era el
caso, si no fuera porque en las mismas tardes que ella, durante la hipnosis,
hablaba de lo que fuera que la había preocupado en el mismo día en 1881, yo
podía, mediante un diario mantenido por su madre, comprobar más allá de
cualquier duda la realidad de los eventos. Esta revisión del año anterior
continuó hasta que la enfermedad llegó a su punto final, en junio de
1882"[5]
Adicionalmente, Breuer nota una nueva situación: la
aparición de síntomas en algún momento determinado no parece ser debida a un
trauma en el sentido hasta ahora dado, de un acto externo, que realmente
amenaza la vida o el sentido del ser del individuo.
En una ocasión, la paciente cae dormida mientras cuida
a su padre que está enfermo. Mientras duerme, sueña que una serpiente negra
ataca al padre. En el sueño, ella es incapaz de evitar que la serpiente se
acerque al padre. Es como si ella tuviera paralizado su brazo derecho.
Sucede que mientras dormía, su brazo estaba atrapado
debajo de ella, y fue víctima de lo que normalmente sucede en esas
circunstancias: fue "a dormir". El incidente terminó al despertar,
sin, aparentemente, ninguna consecuencia.
Sin embargo, al día siguiente, cuando ella trató de
recoger algo que había caído entre las ramas de un arbusto, una rama seca le
recordó la serpiente de su pesadilla. Inmediatamente, su brazo se hizo rígido,
situación que se repitió en el futuro cada vez que algo le recordaba la
serpiente. (ver texto citado).
Como es obvio, el "incidente traumático"
solo sucedió en un sueño. Quizás, se puede especular, la importancia del
incidente traumático no es tanto en su impacto obvio, físico, sino en su
capacidad de evocar respuestas profundamente emocionales.
Pero no todas las emociones fuertes parecen causar
trauma. ¿Cómo podemos explicar esto? Ese tipo de especulaciones prepararon el
camino al segundo gran momento en el desarrollo del concepto.
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