Mueren civiles en Ucrania y Rusia, Moscú sufre de nuevo ataque con dron

Kiev.- Nuevos bombardeos dejaron víctimas civiles este miércoles en Ucrania y en Rusia, que además fue atacada por sexto día consecutivo por las fuerzas ucranianas con drones en diversos puntos del país.
El ejército ruso continuó sus ataques nocturnos, matando a tres civiles cerca de Limán, en la región de Donetsk (este), según las autoridades.
Los tres fallecidos son dos mujeres y un hombre, con edades entre 63 y 88 años, que estaban sentadas en un banco en el municipio de Torske en el momento del ataque.En Romny, en la región de Sumy (noreste), cuatro
empleados murieron en un ataque con dron que afectó a la escuela donde
trabajaban, indicó el ministro del Interior Igor Klimenko en Telegram.
Además, Rusia volvió a atacar las instalaciones
portuarias ucranianas de Izmaíl (sur) sobre el Danubio, principal vía de
exportación de productos agrícolas ucranianos desde que Moscú se retiró en
julio del acuerdo sobre los cereales. Silos y almacenes sufrieron daños, según
la fiscalía.
Por su parte, el ejército ucraniano destruyó nuevos
drones de tipo "Shahed-136/131" desde la costa este del mar de Azov,
informaron las Fuerzas de Defensa del Sur de Ucrania en Telegram.
Sexto día
Rusia, que ocupa franjas enteras del este y el sur de
Ucrania, se enfrenta a una contraofensiva en las regiones fronterizas.
En un ataque ucraniano en Bélgorod "tres civiles
murieron" en el pueblo de Lavy después de que un dron lanzase un artefacto
explosivo, indicó en Telegram el gobernador regional, Viacheslav Gladkov.
En las últimas semanas, el territorio ruso ha sido
alcanzado casi a diario por drones, especialmente en Moscú y su región, aunque
normalmente no provocan víctimas ni daños destacables antes de ser
neutralizados.
Un dron llegó al centro de Moscú este miércoles al alba,
antes de ser "neutralizado por medios de guerra electrónica",
colisionando con un edificio en construcción en el distrito financiero, dijo el
Ministerio de Defensa ruso.
Un fotógrafo de AFP constató que una ventana de un
rascacielos parecía destruida y otras alrededor ennegrecidas, mientras la
policía acordonaba el perímetro.
Los sistemas de defensa aérea rusos destruyeron otros dos
aparatos no tripulados en los distritos de Mozhaiski, a 12 km del centro, y en
Jimki, a una veintena de kilómetros del Kremlin, sin dejar víctimas, indicó el
ministerio.
El tráfico aéreo en los aeropuertos internacionales de
Vnúkovo, Domodédovo y Sheremétievo quedó brevemente interrumpido, de nuevo.
Las regiones fronterizas rusas también se enfrentan
regularmente a incursiones armadas, ataques generalmente reivindicados por
unidades de rusos opuestos al Kremlin y comprometidos con Ucrania. El lunes,
fue la región de Briansk la atacada en un asalto repelido, según los servicios
de seguridad rusos (FSB).
Nuevos aviones de combate
En otro foco de tensión en las últimas semanas, el
ministro ucraniano de Infraestructura, Oleksander Kubrakov, aseguró que los
reiterados ataques rusos contra puertos de Ucrania destruyeron "270.000
toneladas de granos" en un mes.
Las aguas de este mar se han convertido en un foco del
conflicto desde la retirada de Moscú a mediados de julio de un acuerdo
auspiciado por la ONU y Turquía para facilitar las exportaciones de cereales
ucranianos.
Mientras, la contraofensiva ucraniana avanza lentamente
para liberar las regiones ocupadas.
Altos cargos ucranianos indican que es una operación
larga y compleja, ante las críticas especialmente de Occidente, que señala el
bloqueo en la recuperación de territorios.
Ucrania reclama a sus aliados occidentales aún más ayuda
militar para poder penetrar las líneas enemigas, una tarea complicada vista la
fuerte defensa que construyeron las fuerzas rusas, especialmente con trampas
anticarros y campos de minas.
Tras una minigira europea en la que obtuvo la promesa de
la entrega de nuevos aviones de combate F-16 en los próximos meses, el
presidente ucraniano Volodimir Zelenski acogió a otro aliado en Kiev, el primer
ministro finlandés Petteri Orpo, cuyo país se unió a la OTAN tras la invasión
de Ucrania.
Por su parte, Vladimir Putin asistió por videollamada a
la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) al no poder
acudir presencialmente por la orden de detención de la Corte Penal
Internacional.
El presidente ruso volvió a echar la culpa del conflicto
a los occidentales, considerando que estadounidenses y europeos lo comenzaron
al apoyar una revolución prooccidental en 2014.
"Nuestras acciones en Ucrania están dictadas por una
cosa: poner fin a esta guerra, desencadenada por Occidente", afirmó.
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