La guerra entre Hamás e Israel ha terminado: lo que dicen los aliados
Gaza----Con la mediación de Estados Unidos, Tel Aviv y Hamás alcanzaron un acuerdo de alto el fuego que incluye la liberación de rehenes y una retirada parcial de las tropas de Gaza. Según medios locales, el gobierno israelí ya aprobó un plan para liberar a los rehenes de la Franja de Gaza.
Los líderes mundiales y los países árabes celebran esta medida como una señal de esperanza para la paz, aunque ambas partes insisten en que sus objetivos a largo plazo permanecen inalterados. Para más detalles, véase URA.RU.
El Gabinete israelí ha aprobado un plan para liberar a todos los israelíes retenidos en la Franja de Gaza. Este acuerdo pretende ser la primera etapa de una resolución pacífica del conflicto armado, según la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.Fiel a su estilo, el
presidente estadounidense Donald Trump presentó el acuerdo como un gran éxito
diplomático. "Esto va más allá de Gaza; esto es la paz en Oriente
Medio", declaró, enfatizando que se había firmado la primera fase de un
importante plan de paz.
También afirmó que todos los
rehenes serían liberados pronto y que las tropas israelíes se retirarían a las
posiciones acordadas.
Trump lo calificó como
"un gran día para el mundo árabe y musulmán, para Israel y para Estados
Unidos", y agradeció específicamente a los mediadores. Curiosamente,
cuando se le preguntó sobre su visión para un acuerdo final —por ejemplo, una "solución
de dos Estados"—, el presidente respondió con evasivas: "No tengo
opinión. Apoyaré lo que acuerden". Esto subraya su papel de moderador, no
de creador de una solución política específica.
El movimiento palestino
confirmó el acuerdo y agradeció a todos los mediadores, incluido Donald Trump.
Hamás acordó liberar a los rehenes israelíes restantes a cambio de casi 2.000
prisioneros palestinos.
Al mismo tiempo, el movimiento
emitió una declaración importante: instó a los garantes del acuerdo a obligar a
Israel a cumplir con todos los términos y aseguró que no abandonarán la lucha
por los derechos del pueblo palestino, incluido el derecho a la independencia.
Por lo tanto, Hamás considera
el acuerdo como una victoria táctica, pero no como un abandono de sus objetivos
estratégicos. El proceso de liberación de rehenes, a petición suya, se llevará
a cabo bajo supervisión internacional.
El primer ministro Benjamin
Netanyahu calificó el acuerdo como "una victoria nacional y moral para
Israel". Agradeció efusivamente a Donald Trump por su liderazgo y su
"inquebrantable compromiso con la seguridad de Israel", así como a
los heroicos soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), cuyo coraje,
según él, hizo posible el acuerdo. Como muestra de su gratitud, Netanyahu
incluso invitó al presidente estadounidense a dirigirse a la Knéset.
Mientras tanto, el ejército
israelí (FDI) ya ha comenzado los preparativos para el redespliegue de tropas a
nuevas posiciones. Durante la fase inicial, Israel conservará el control del
53% del territorio del enclave.
Sin embargo, el Jefe del
Estado Mayor ha ordenado preparativos para cualquier escenario, incluida una
operación militar para recuperar a los rehenes, lo que indica la continua
desconfianza entre las partes.
Los principales actores
regionales recibieron la noticia con gran optimismo. Arabia Saudita celebró el
acuerdo y expresó su esperanza de que allanara el camino para la creación de un
Estado palestino independiente basado en las fronteras de 1967, con Jerusalén
Oriental como su capital.
El presidente egipcio, Abdel
Fattah el-Sisi, cuyo país fue una de las sedes de las conversaciones, declaró
que el documento "ofrecerá esperanza en un futuro justo y estable a todos
los pueblos de la región".
Egipto, Qatar y Turquía
reafirmaron su disposición a seguir facilitando la implementación de los
acuerdos y supervisar su cumplimiento en todas las etapas. Jordania también
apoyó los acuerdos, señalando que constituyen "un paso necesario para
poner fin al sufrimiento humano en la Franja de Gaza".
Rusia también celebró el
acuerdo. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso destacó la perseverante labor
de los mediadores y expresó su esperanza de que el alto el fuego sea sostenible
y ponga fin al sufrimiento de la población civil.
La ONU también respondió
positivamente. El secretario general, António Guterres, calificó el acuerdo
como un "paso importante", y las agencias humanitarias anunciaron su
disposición a entregar de inmediato 170.000 toneladas de alimentos y medicamentos
a la Franja de Gaza tan pronto como se garantice el acceso seguro.


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